Yoko Ikeno

Me encantan sus ilustraciones.

Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago

Paradojas de la Argentina de hoy. Y la moda del resentimiento, bien promovida
Y hablando de lo que se usa o no, de las tendencias y los mandatos, vaya la última moda en la Argentina, que crece y se afirma como nunca antes. La moda de criticar y subestimar todo aquello que se me opone y de revolver hasta el cansancio la olla del resentimiento señalando, por supuesto con dedo anillado, uñas esculpidas y muñeca bien custodiada, la desmesura de las ambiciones ajenas sin reparar en las propias.

Una moda nacional que promueve la idea de que ganar plata (y pretender que no se la confisque) es un pecado, de lo cual se deduciría que cuanto menos se tiene más santo se es. Tan santos como la santidad misma, los que enuncian la idea, que deberían adherir a un principio elemental de coherencia para no caer en aquello de haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago.

Coherencia que no asoma, al menos a simple vista, ya que si los malos de la película (ahora, la gente del campo) pueden acceder a las 4x4 de "la abundancia", los buenos de dedo acusador manifiestan no privarse de mucho en igual materia y no precisamente para atravesar los destruidos caminos nacionales. Como, por ejemplo, de uno de los modelos más fashion; la reedición del viejo y célebre mini Cooper, que cuesta entre 33.000 y 45.000 dólares según motor y opcionales para personalizar, último regalo de cumpleaños para su hija por parte del matrimonio presidencial.

Y si hay que hacer gestos de austeridad y ajustarse el cinturón en favor de los desposeídos, quien hoy ocupa el primer sillón del país no se perfila como paradigma al menos en lo que hace a su imagen. Pese a que con mucha frecuencia, sobre sus vestidos y polleras suele, sí, ajustarse el cinturón ancho que marca el último grito de la moda, siempre colorido y engamado con la ropa, según su particular criterio de la elegancia.

Es que así como su marido encabezaba en su momento el movimiento antitendencia el aspecto no me importa nada , con saco cruzado desprendido y mocasines gastados, la dama en juego se instala en la vereda opuesta con un cuidado extremo de lo accesorio, tanto que cuesta creer que le quede tiempo para lo importante.

Cambios diarios de guardarropa que suponen un gasto sideral para cualquiera, también para los bendecidos por la "abundancia" del campo a los que tanto se denuesta; accesorios de marcas internacionales que no bajan de 1000 dólares y pueden llegar a costar como una moto de las buenas, y un presupuesto que se calcula constante e importante para mantener la juventud eterna que tanto preocupa mediante rellenos, toxinas, intervenciones dentales, extensiones capilares (de las más caras) y demás. ¿Quién hablaba de abundancia?

http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/modaybelleza/nota.asp?nota_id=998852

Bienvenidos !

Hace un tiempo que viene dando vueltas en mi cabeza la idea del blog. Bueno, hoy me decidí.
Sé cómo comienza, no sé cómo va a seguir. Cada cosa que me interese, pienso publicarla.
Aclaro que no voy a extenderme en más de 10 renglones; ya que por experiencia en mis vueltas por otros blogs, me resulta imposible leer tanto. Soy de la generación zapping, y no permanezco más de 3 minutos en los blogs ajenos. Salvo que me detenga algo muy interesante.